COMO EVANGELIZAR A LOS NIÑOS
Nadie que comprenda la depravación humana, la misión de la iglesia y la comisión de Cristo cuestiona la grande y apremiante necesidad de instruir a los niños en el camino de Cristo:
“Vayan, pues, y hagan discípulos de todas las naciones” (Marcos 16:15a).
“Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque de los que son como éstos es el reino de Dios” (Lucas 18:16).
“No lo ocultaremos a sus hijos, sino que contaremos a la generación venidera las alabanzas del Señor, su poder y las maravillas que hizo. Porque él estableció un testimonio en Jacob, y puso una ley en Israel, la cual ordenó a nuestros padres que enseñaran a sus hijos, para que la generación venidera lo supiera, aun los hijos que habían de nacer, y éstos se levantaran y lo contaran a sus hijos, para que ellos pusieran su confianza en Dios” (Salmos 78:4-7a).
La importancia de enseñar a los niños es clara. Pero inmediatamente surgen dos preguntas:
- ¿Cómo debemos hacerlo para ser eficaces?
- ¿Cómo debe ser el proceso de evangelización en los hogares cristianos, en la iglesia,
Lo que nunca debemos olvidar
Antes de adentrarnos a consejos más específicos, debemos establecer algunas verdades básicas que jamás debemos olvidar.
Las iglesias pueden y deben instruir a los niños que asisten semana tras semana. Al mismo tiempo, es importante dejar claro que la instrucción en casa es fundamental. Es ahí donde los pequeños pasan más tiempo y aprenden no solo con palabras, sino también observando a sus padres. Ambas cosas son imprescindibles.
Todo el contenido de la Biblia es importante. Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento son Palabra de Dios y en ambos podemos encontrar el evangelio de Jesucristo. Es esencial siempre tener en mente que toda la Escritura se trata de Dios. Está bien enseñar las historias bíblicas de manera creativa, pero no cometamos el error de enfocarnos tanto en los personajes humanos que Dios termine pasando a segundo plano. Queremos sembrar en nuestros hijos el conocimiento y temor de Dios.
Tampoco olvidemos darles a nuestros niños la oportunidad de ir a los pies de Cristo en arrepentimiento y fe. Nuestro objetivo principal en la evangelización es que los niños se encuentren con Cristo y que tengan la oportunidad de volverse a él. Oremos y confiemos en Dios, quien hace la obra.